DIANA

Soy la diosa de los tribunales de ambrosía,

Y de aquí salvadora,

la Reina del Orgullo superado por ninguno cuyos templos blanquean este mundo;

A lo largo del cielo hago rodar mi resplandeciente luna,

Me deshago en el Infierno sobre mi paz de pálida gente,

En la Tierra, yo, protejo a sus criaturas,

guardia decada loba preñada y del amarillo zorro que se esconde,

Y de cada cría inexperta de madre con pluma,

Y todo el amor de los verdes lugares solitarios que frecuentan.

Adorada en la antigua Roma como una Diosa de la caza, la fertilidad y el parto, asociada con los animales salvajes y los Bosques era generalmente retratada con un arco y flechas y acompañada por perros de caza o ciervos. Como Diosa de la fertilidad y los partos tuvo un lugar priviligiado entre las mujeres. Después fue asociada con la Diosa Griega Artemisa y vista como una Diosa Lunar. Las arboladas de roble eran especialmente sagrados para ella, como el bosque que se encontraba al lado del lago Nemi, en Aricia en Latuium donde se hacían procesiones con antorchas en su honor el 13 de Agosto.
Fue después vista como patrona de las personas de clase baja y fue conocida como Reina de las Hadas y las Brujas, identificandose con la Diosa Hécate y vista como Diosa del reino de los Muertos.
El culto a Diana se extendio en la antiguedad, y siguio atrayendo seguidores por siglos.